jueves, 13 de marzo de 2014

46 días en Sudáfrica

Carretera N-10 camino a Poffader, en medio del desierto del Kalahari

Han pasado 46 días desde la última entrada en el blog. La misma cantidad de días que llevo en el extremo austral de África. La misma cantidad de tiempo que llevo sin mi portátil, sniff, pero vamos, que lo llevo bien... ¡¡¡QUIERO MI PORTÁTIL!!!  Lo que en principio eran 6 días se han convertido en semanas, y se convertirán en meses, y quien sabe si se convertirán en años.

Se que hay personas, principalmente familiares y amigos, alrededor del mundo que llevan esperando tiempo que escriba algunas palabras, os debo decir que si no he contactado con cada uno de ustedes no ha sido porque los haya olvidado, simplemente no he tenido el tiempo, o los medios, o electricidad, o cobertura de teléfono. Tener que contar las cosas 100 veces no es nada fácil, y un poco por eso nació este blog poco antes de irme a Alemania. Si no os respondo un Hola al facebook no os enfadéis puede que la razón sea que estoy en medio del desierto a 200km de mi destino.

Lo cierto es que estos días de ausencia podrían haber sido los más fructíferos en cuanto a aventuras, anécdotas, curiosidades, reflexiones o incluso fotografías. He tenido días bastante agitados y otros más relajados en los que he podido detenerme a tratar de conocer un poco más a fondo el sitio donde estoy.

Sabía que venía a un sitio remoto, sabía que estaría en medio del desierto, sabía un poco de la historia de Sudáfrica, pero cualquier cosa que hubiese imaginado antes no se parece en nada a lo que estoy viviendo. No os voy a mentir, no me gusta mucho lo que he visto del país hasta ahora, no podría vivir aquí el resto de mi vida (¿o quizás si? y ya explicaré el por que). No me ha pasado nada malo, al contrario, no he tenido ningún problema con la gente, todos me han tratado bien y cuando he necesitado que me echasen una mano, siempre he tenido a alguien. Pero si que hay algo en el ambiente que me hace sentir extraño e inseguro.

Es difícil poder explicarlo en pocas palabras, necesitaría tiempo y se que incluso así no sería capaz de transmitirlo. He tenido conversaciones con algunas personas que me gustaría compartir manteniendo el anonimato de las mismas. Conversaciones de todo tipo, algunas de cuatro palabras y otras de horas de conversación. Conversaciones que sin darme cuenta, me han ayudado a entender la compleja situación de Sudáfrica. Se que no puedo generalizar al país entero porque solo conozco la zona más remota de éste, pero quizás sirva como primera aproximación. Seguramente les dedique una entrada a cada una en los próximos días.

Y para los que estáis esperando fotografías. En cuanto tenga el portátil aquí las iré subiendo. La verdad es que no hay mucha variedad, la mayoría sacadas en medio del desierto en alguna parada del coche, y unos cuantos atardeceres, alguna tormenta eléctrica, y la visita a las cascadas. De la ciudad tengo poco, principalmente porque no me atrevo a irme solo con la cámara a sitios con mucha gente. Soy consciente de que mi cámara a pesar de ser la más barata de las reflex, tener sus años y tal, puede llegar a ser más cara que algunas "casas" que he visto... Y voy a ser sincero, estos días he perdido un poco la pasión por la fotografía y he ido recuperando un poco la ilusión por la Arquitectura. En España pensar en la palabra arquitectura era pensar en "no hay futuro", mientras que aquí es todo lo contrario, hay mucho por hacer y hay una necesidad urgente por hacerlo (aunque quizás no haya dinero para ello). Todo lo estudiado en la Universidad aquí prácticamente no tiene sentido, no se entiende de normas básicas, no se entiende de puentes térmicos, no se entiende de aislamientos ni de confort térmico, no se entiende de sistemas estructurales, no se entiende de cimentaciones, tampoco se entiende de estética y ya ni hablemos de instalaciones, si la mitad (o más) de las "casas" no tienen ni electricidad ni un sistema de saneamiento, a veces incluso no tienen ni paredes... 

Y para terminar, algunos aún se preguntan que hago por aquí, pues, trabajar. Aunque ahora mismo realmente no he empezado en lo que será mi trabajo, sino que estoy haciendo tareas varias previas. Tampoco quiero dar detalles, pero estará relacionado con estructuras metálicas en grandes plantas solares. 


Cataratas de Augrabies, del poco "turismo" que he hecho




1 comentario:

  1. Tiene que ser duro ver como vive allí la gente, en esas casas que hablas sin instalaciones ni lo más mínimo para vivir, quizás ese tipo de experiencias son las que después hacen valorar lo que se tiene. Espero que todo vaya bien y sabes que nos acordamos de ti.

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