Detrás de la barra

Hoy escribo, como dice el título, desde detrás de la barra de un Pub, mientras tengo algo de tiempo libre. Me gustaría decir que es un trabajo que me encanta, pero... no!, no me gusta nada estar aquí, pero en un mundo donde necesitas del dinero para sobrevivir, no hay muchas mas opciones de momento y de paso hecho una mano a mi madre.

Son las 23:30 y poco a poco empiezan a llegar muchachos de entre 15 y 18 años dispuestos a emborracharse a base de Barceló con CocaCola (es casi lo único que piden) al ritmo de las canciones remezcladas de las ya remezclas de daddy Yankee, Don Omar, Pitbull, y eso que ellos llaman música de la "buena".  Mientras tanto un par de hombres mayores me piden un par de cubatas y piden que les ponga la cancíon del "soldadito", que no tengo ni la mas mínima idea cual es, pero muy moderna no la imagino.  Pasan los minutos y en la esquina de la calle empiezan poco a poco a reunirse mas jóvenes, los cuales se divierten arrojando botellas y objetos a los patios de los vecinos, mientras que otros presumen ante sus similares de sus  excepcionales abdominales. 

Pasada media hora, esto empieza a llenarse un poco mas, y yo voy teniendo menos tiempo de acercarme a escribir. Empiezan a saltar los flashes  de las cámaras a la voz de "foto tuenti" mientras las niñas bajo capas y capas de maquillaje van posando con sus ridículas mejores poses. Miro hacia la esquina, y veo a cinco muchachas sentadas una al lado de la otra sin hablar entre ellas, pero con algo entre las manos... sus blackberries. ¿con quien hablrán? ¿Entre ellas por whatsapp?. Tras un rato el grupo se ha hecho mas numeroso, como así el número de blackberries. Incluso se han incorporado algunos muchachos, obviamente también con sus smartphones. No se si será por la música tan alta, que prefieren hablar a través de dichos dispositivos, porque son mudas, muy tímidas o es que definitivamente hemos entrado en la era digital. Vale... acabo de descubrir una nueva utilidad a las blackberries, subir automáticamente las "foto tuenti". Que panorama mas triste...  tras una hora sentadas por fin una se acerca a la barra, en su mano lleva un móvil Nokia de los antiguos, está claro que está aburrida, no tiene whatsapp, ni tuenti, ni nada. La única opción que le queda, emborracharse...

La noche sigue avanzando, voy poco a poco teniendo mas trabajo y no puedo pararme prácticamente a escribir. Que harto estoy, y que ganas tengo de irme a la cama, jeje. Son casi las 3 y el ambiente está mas calmado, sirviendo cubatas aislados y lo que mas se vende aquí, los perritos calientes. Me aburro escuchando las discusiones tan interesantes que se oyen desde la barra: un par de ellos discuten casi a gritos sobre no se que fichaje del Betis, mientras otros se cuentan las anécdotas sobre las borracheras o discuten sobre quien es el dueño de tal cubata. Mas atrás sigo viendo a un grupo mas reducido de "chicas blackberries".

Tras varias horas, la gente empieza a marcharse y toca limpiar un poco, es increíble la de basura que se genera en tan poco tiempo...  y sobre todo, lo guarra que es la gente. No se... yo cuando tengo un paquete de papas vacío si no hay una papelera cerca, lo guardo y lo tiro al llegar a casa, pero vamos, no puedo esperar mucho mas de este público, definitivamente vivimos en mundos distintos.

Me acabo de asomar un rato a la calle para aprovechar de respirar algo de aire limpio, y he visto a mas gente en la esquina que dentro del bar. Se encuentran todos al rededor de un BMW bastante tuneado y con los altavoces mas potentes del mercado. ¿que gracia tiene poner la música, bueno, eso que escuchan tan alta a tan altas horas de la noche?... Normal que se quejen los vecinos. Si... todas las noches un vecino se queja del ruido en la calle, y aunque a Manolo (mi "jefe" por decirlo de alguna manera para quien no lo conoce) le duela que yo lo diga, seguramente si yo viviese allí también lo haría.  No es que esté en contra de que la gente se lo pase bien como quiera, allá cada uno, pero por favor, un mínimo de respeto hacia los demás.

Bueno, casi las 4:30 de la mañana, queda poca gente acabando sus últimos cubatas y no hay mucho  mas que hacer por aquí así que va siendo hora de marcharme. Ahora me queda un peligroso camino de unos 20 kilómetros por carreteras secundarias para llegar a casa. Espero llegar bien y no cruzarme con borrachos conduciendo, que ya he pasado un par de sustos a estas horas por la carretera.

Un saludo a todos, Gracias y hasta otra!