Lóndres y sus autobuses rojos

bus rojo, a photo by hanswwe on Flickr.

Hace un año tomé esta fotografía en la ciudad de Londres, mas específicamente en la "City". Lo que mas me llamó la atención de esta ciudad fue la gran integración existente entre lo nuevo y lo antiguo. Londrés nunca se detiene, los nuevos edificios van emergiendo en los espacios vacíos de la ciudad o como evolución de antiguas construcciones.


Por otra parte, están los típicos autobuses rojos de dos plantas, el cual he querido destacar  en color como "símbolo" de los símbolos de esta evolución. Este tipo de autobuses han sabido ganarse su sitio en la historia Londinense, siendo incluso mas conocido que el Big Ben, o que cualquier hito contemporaneo. Tanto así que estos han sido exportados (y pintado de otros colores) hacia todas las grandes ciudades turísticas de Europa. Ya no hace falta ir a Lóndres para poder disfrutar de un "Sightseeing", en Sevilla, Madrid, Lóndres, Roma o  París por mencionar alguna, ya tienen su propia flotas de autobuses de dos plantas para turistas, que no son mas que viejos autobuses londinenses reparados.


Todo esto me hace pensar en todo el tema de la globalización y marketing turístico, y la poca originalidad de ciudades con una supuesta identidad propia. Ciudades prácticamente clónicas con sus McDonalds, Starbucks Cafe, y las mismas tiendas de souvenirs que con solo cambiar el nombre de la ciudad del típìco I Love NY por cualquier otra, inundan todas estas ciudades. He conocido casos de gente obsesionada con este tipo de sitios, que ni siquiera eran capaces de disfrutar de lo auténtico de cada sitio.


Como siempre empiezo hablando de una cosa, y acabo hablando de otra. Antes de acabar hablando de pingüinos, he decir que lo que mas se me quedó marcado del viaje a Londres fue el juego que hice un par de días. Consistía en montarme en un autobús sin mirar el destino, bajar unas cuantas paradas mas adelante,  andar sin rumbo fijo encontrar nuevos rincones  y volver a coger otro autobús y repetir ese paseo en un sitio completamente distinto, sin saber en que punto estaba de esa gran metrópolis.